DESAYUNO EN EL CAMPO
Desayunar en el jardín o la terraza es un privilegio al alcance de unos pocos que disfrutan de un espacio adecuado para este pequeño placer. Algo tan sencillo como una mesa de madera bien preparada con un mantel de algodón, un servicio sencillo y unas viandas y vinos adquiridos en la zona, se convierte en un regalo para los sentidos que llena de placer y amor por los detalles a quienes lo disfrutan. La pasión por la gastronomía, por los productos de proximidad, las cosas bien hechas y el disfrute de la naturaleza se convierten, a esas horas en que el sol apunta pero aún no molesta, en una verdadera experiencia para los sentidos y un regalo para el espíritu. Siempre hemos defendido el respeto por la autenticidad de las…